¿Ferrari en apuros? El Mundial de Constructores de F1 corre peligro
Más de una vez, tras la forma mostrada en el primer tercio de temporada, el jefe del equipo Ferrari, Fred Vasseur, habló de las aspiraciones del equipo italiano de luchar con Red Bull por el Mundial de Constructores. Gran sueño que, sin embargo, la ahora aparentemente áspera relación entre sus dos pilotos, Carlos Sainz y Charles Leclerc, y mejoras implementadas que los italianos no parecen entender, podrían transformarlo rápidamente en pesadilla.
Sainz y Leclerc luchan por su supervivencia individual
En varias ocasiones este año Sainz y Leclerc se han batido en pista, con ambos yendo un poco más lejos cada vez más. De hecho, los dos han rebasado el límite en varias ocasiones desde China, con el Gran Premio de España marcando el punto más picante de la rivalidad, luego de que ambos protagonizaran un encuentro cercano en pista, con contacto incluído, que no resultó en el segundo doble DNF consecutivo para Ferrari por los pelos.
La relación entre Sainz y Leclerc, en pista al menos, poco a poco ha ido escalando hasta alcanzar los actuales niveles de tensión. Esto no es bueno para las aspiraciones de Ferrari al Campeonato de Constructores, históricamente el título más relevante para la marca italiana. Encontrar la puesta a punto correcta bajo el actual reglamento es muy complicado. Lo mismo que poner las gomas en la temperatura adecuada por la mayor cantidad de tiempo posible para garantizar su funcionamiento óptimo, también es un asunto que resulta un misterio para más de un equipo cada fin de semana, y si a esto le tenemos que añadir que ambos pilotos cuiden sus metas y deseos individuales, entonces la situación se torna mucho más compleja y difícil para un equipo que tiene casi 20 años sin ganar un título, y al que no le ha ido tan bien en la era moderna de la categoría.
Ferrari se tambalea, mientras Mercedes se une a la lucha en cabeza
Aunado a esto, la forma de Ferrari parece fluctuar mucho, con el equipo italiano errando la marca en Imola, Canadá y España, a pesar de que en la primera y la última de estas tres fechas el equipo italiano introdujo grandes paquetes de mejoras. Si bien Leclerc terminó en P3, la SF-24 siguió estando muy por detrás del RB20 y el MCL38. Además, el Gran Premio de Canadá fue el peor fin de semana de la Scuderia en lo que va de temporada firmando un doble DNF en medio de problemas de fiabilidad, de conductividad del coche y de pobres decisiones estratégicas. Echando la mirada atrás, y haciendo un análisis del ritmo de la SF-24 últimamente, se podría decir que la victoria italiana en el GP de Mónaco fue un suceso atípico.
Ahora el equipo italiano no tiene que luchar sólo contra Red Bull y McLaren, sino también contra Mercedes quienes ahora parecen haberse unido a la lucha adelante, logrando vencer por fuerza y ritmo considerables a Ferrari en las últimas dos pruebas. Entre los llamados a la calma por parte del jefe de equipo francés, hay presión, ya que lo más preocupante es que Ferrari no parece encontrar las respuestas para desbloquear el rendimiento escondido en los últimos paquetes de mejoras y han sido rebasados en rendimiento por dos equipos que a principios de año estaban claramente a sus espaldas. Si Ferrari quiere respaldar en pista lo que han declarado fuera de ella, les espera un arduo y largo camino que recorrer.